Empezamos la clase con la presentación de las compañeras Alba Fernández, Nerea Menéndez, Sara Palacios y Carla González, ya que el anterior día no la habían acabado a tiempo.
Acabaron con algunas aportaciones del profesor Cesar Bona, para empezar a hablar de Rebeca Wild, pedagoga alemana nacida en 1939. Tenía una ideología de un movimiento muy diferente de infantil y primaria de la que nosotros estamos acostumbrados. Una frase famosa de ella era: “Si se siente bien, no se porta mal”. Carla nos explicaba que Rebeca quería decir con eso que a los niños no hay que reñirlos cuando están a gusto haciendo algo. Josetxu nos aclaraba esa idea diciendo que eso sería absurdo. Si el niño/a no está conforme con algo se va a portar mal seguro, atacará a su modo. Esta idea es fundamental y muy educativa para los futuros profesores, explicaba Josetxu.
Las compañeras nos decían que Rebeca Wild seria como la Montessori del siglo XXI. A los padres les asusta que no haya currículums y además que los niños lleven la iniciativa. La idea de que nuestros niños solo vayan a la escuela a jugar es algo que nos causa miedo todavía y eso no tiene que ser así. Lo más fundamental de Rebeca Wild son sus límites, y esos límites tienen que verse como algo normal, a más límites, más bienestar. Sus textos no son nada académicos. Josetxu nos ponía el ejemplo de que, si un niño va acompañando a los padres al supermercado, al no ser ese su entorno, es normal que el niño toque, corra… lo raro seria que no lo hiciera. Es algo que es totalmente natural.
Las compañeras nos explicaban que las manipulaciones mutuas solo llevan a límites desagradables, como por ejemplo a la hora de comer, sobre todo, en donde los padres manipulan a sus hijos y viceversa (si comes esto, haces esto.)
Las chicas nos explicaban que era muy importante que el adulto se pusiera al nivel del niño y que entendiera su dolor. Por ejemplo, si el niño cae por las escaleras y empieza a llorar, la consecuencia más típica de los niños es reñir a la criatura, en vez de hacer lo lógico, que sería apoyarle y ponerse a su nivel, hacer que el niño se desahogue, a fin de cuentas.
En el siglo XIX estaba aceptado por la sociedad la absurdez de que los padres pegaran a sus hijos. “a base de palos se quitaba la coquetería” y también estaba aceptado el tratarles como objetos sexuales. En los límites de los adultos hay que dejar muy claro lo que está bien y lo que está mal.
Durante la presentación Sara del Valle intervino diciendo que su primo había estudiado en la Quinta de`l Texu (Villapérez, Oviedo), además de ella hacer prácticas como monitora de tiempo libre. Puso un ejemplo de que, en los recreos, si veían dos niños/ as pegarse, no les castigaban, sino que les decían que eso estaba mal.
Para Rebeca Wild, los castigos no tienen ni pies ni cabeza.
Rebeca Wild hace una clara distinción entre las necesidades auténticas y sustitutivas. Carla nos decía que por ejemplo una necesidad auténtica seria comer porque lo necesitas y en cambio, sustitutiva tomarte un capricho como chocolate. Josetxu intervenía con el ejemplo de si un niño ve un charco lo normal es que quiera cruzarlo, algo natural que sirve para desarrollar su psicomotricidad, y ver su manera de entender el mundo. Reprimir eso sería de locos.
Por otra parte, el amor para Rebeca es algo necesario para vivir y sobrevivir. La idea fundamental es el respeto del profesor hacia el niño en primaria o infantil. Aunque esto es una tarea pendiente ya que estamos acostumbrados a que eso sea al revés. No es algo que tengamos interiorizado.
Finalmente, nos decían que el juego es el motor del desarrollo, y que es muy importante en la etapa infantil.
Continua Nerea la presentación hablándonos ahora de las escuelas alternativas, que tuvieron sus comienzos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La más antigua es “Summerhill”, en Leiston (Reino Unido). Son nuevas escuelas configuradas por patrones que no son los que solemos identificar como escuela. Lo más importante de estas escuelas son la libertad, creatividad y experimentación y proyectos. Nerea nos planteó la siguiente pregunta, que contestarán en la exposición de “Homeschooling”: ¿Por qué nos parece tan difícil concebir algo así en nuestras escuelas? Mostraron algunos ejemplos de estas escuelas en Oviedo, la que nombramos anteriormente y en Gijón “Andolina”, donde hay 60,70, o incluso 100 alumnos, aunque pagan por asistir a ella.
Finalmente, acaban la presentación hablando de la “Fundación Jesuitas de Barcelona”, donde los propios alumnos se puntúan a sí mismos. En la Inmaculada de Gijón nos decía Josetxu que eso realmente no era así. Para acabar la clase, nos pusieron un video sobre este tema para que lo pudiéramos entender mejor, donde el profesor, Xavier Solé exclamaba: “El mundo es un aula”. Se dio por finalizada la clase a las 14:30.
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